EL POMBERO
¿No lo sientes? ¿No te espanta ese silbido
que ha salido del espeso matorral?
No es el grillo, ni la víbora
ni el ratídico chirrido del suinda.
.
No es el viento que silbando se detiene
del callado cementerio en el ciprés.
Ni el arroyo en su salterio
cuyas notas se repiten con monótono sostén.
.
No es la voz con que se queja a medianoche
tristemente en el boscaje urutau
ni la débil voz doliente con que el pora nos revela
sus angustias cuando deja el ataúd.
.
Ni siquiera es el rapaz que nos visita
para hablarnos como el cuervo de Poe
de Leonora, de la amada que en su lecho
duerme tierna y soñadora, recordándonos tal vez.
.
Es el duende de la tierra que el Progreso
relegara a las estultas fantasías sin piedad...
Es el genio de las noches paraguayas
que en el prado se desliza por en medio del chircal.
.
Es la sombra del pasado.
Es el alma del indígena infeliz.
El fantasma que abandona con el véspero
su sepulcro guaraní.
.
Es el indio. Es el Pombero
a quien llaman guaicuru
que se viste del follaje de las selvas
y el plumaje del ñandú.
.
En la sombra que los árboles arrojan
de la luna al resplandor
y en el hueco de los troncos y en las zanjas
y en las grutas, sin un eco, se agazapa con temor.
.
Es el cuco. No os sorprenda, niños míos,
que es un cuento, pero un cuento contra el mal.
Es vampiro misterioso que del niño vagabundo
chupa sangre con afán.
.
Al conjuro del murciélago despierta.
Las luciérnagas le anuncian con su luz,
cuando rasgan con sus lampos
de las noches funerarias del capuz.
.
Él no corta el aire al sesgo de su vuelo
como el ave de rapiña nocturnal:
él se arrastra con sus silbos más temible,
más ligero que el veloz ñacaniná.
.
No hay gorjeo, no hay graznido,
no hay murmullo, que no sepa repetir;
pues sus presas él atrae con sus remedos,
sus remedos de falaz cavureí.
.
Amalgama de hombre y fiera,
mitad ave sin sus alas, y serpiente otra mitad,
es el genio de las noches, en la tierra paraguaya,
y el cadáver errabundo de la raza de Guarán.
(De: Sinforiano Buzó Gómez, Índice de la Poesía Paraguaya, 2ª edición, 1952)
**/**
TESA HU MOKÕIME
Chopĩ haitýpe mokói oĩva,
ndojohejávai maramoĩte;
peteĩchaitéva hữngue porãme
ha iporãnguépe katu kõingue.
. Upe hữnguépe he’i jakúpe
. ha pyharépe: tapomohữ.
. Tesapehápe he’i jasýpe
. ku oike potávo: toroipyru.
Ma’ẽ saguýpe jahechapáma
Ka’a pa’ữme kuarahysẽ
ha om’ẽmbápe nahesakãiri
hendy porãnte jasyichaite.
. Mba’e mbyasýpe "luto" voíva
. ha vy’ahápe tory rupa
. Ma’ẽ hatãme chemopirĩva
. ma’ẽ mbeguépe chemoãngaipa.
Omoporãva kuñataĩnguéra
jáma hi’áva, jáma hete,
pe pende jara noikotevẽiri
porã oñohẽgui pende pire.
(De: Pedro Encina Ramos y Tatajyva, Las cien mejores poesías en guaraní, 2ª ed., 1997)
**/**
A DOS OJOS NEGROS
Dos tordos que en su nido están
y que no se separan nunca,
semejantes por su negror hermoso
y por su belleza, gemelos.
Por su negrura les dicen al faisán
y a la noche: os renegrearemos,
y por el brillo dicen a la Luna,
al verla ocultarse: te relevamos.
Si miran de reojo, es como si viéramos
surgir el sol entre bosques
y cuando miran (directamente), no es que ilumnien,
se encienden -plenos- como la Luna.
Para la pena no hay mejor signo,
son para la alegría fuentes de placer;
en las miradas fuertes dan escalofrío,
en las miradas tiernas me hacen pecar.
Lo que hermosea a las mujeres
-como su cabellera o su talle-,
vuestra dueña no necesita
por rebozar belleza con vosotros.
(Traducción libre de Sinforiano Buzó Gómez)
.
(Fuente: POESÍA PARAGUAYA DE AYER Y HOY – TOMO II de TERESA MÉNDEZ-FAITH (GUARANÍ-ESPAÑOL). Intercontinental Editora, 1997. Con prólogo de LINO TRINIDAD SANABRIA y estudio introductorio de Wolf Lustig. Ilustraciones: CARLOS FEDERICO REYES (“Mitã’i Churi”))
¿No lo sientes? ¿No te espanta ese silbido
que ha salido del espeso matorral?
No es el grillo, ni la víbora
ni el ratídico chirrido del suinda.
.
No es el viento que silbando se detiene
del callado cementerio en el ciprés.
Ni el arroyo en su salterio
cuyas notas se repiten con monótono sostén.
.
No es la voz con que se queja a medianoche
tristemente en el boscaje urutau
ni la débil voz doliente con que el pora nos revela
sus angustias cuando deja el ataúd.
.
Ni siquiera es el rapaz que nos visita
para hablarnos como el cuervo de Poe
de Leonora, de la amada que en su lecho
duerme tierna y soñadora, recordándonos tal vez.
.
Es el duende de la tierra que el Progreso
relegara a las estultas fantasías sin piedad...
Es el genio de las noches paraguayas
que en el prado se desliza por en medio del chircal.
.
Es la sombra del pasado.
Es el alma del indígena infeliz.
El fantasma que abandona con el véspero
su sepulcro guaraní.
.
Es el indio. Es el Pombero
a quien llaman guaicuru
que se viste del follaje de las selvas
y el plumaje del ñandú.
.
En la sombra que los árboles arrojan
de la luna al resplandor
y en el hueco de los troncos y en las zanjas
y en las grutas, sin un eco, se agazapa con temor.
.
Es el cuco. No os sorprenda, niños míos,
que es un cuento, pero un cuento contra el mal.
Es vampiro misterioso que del niño vagabundo
chupa sangre con afán.
.
Al conjuro del murciélago despierta.
Las luciérnagas le anuncian con su luz,
cuando rasgan con sus lampos
de las noches funerarias del capuz.
.
Él no corta el aire al sesgo de su vuelo
como el ave de rapiña nocturnal:
él se arrastra con sus silbos más temible,
más ligero que el veloz ñacaniná.
.
No hay gorjeo, no hay graznido,
no hay murmullo, que no sepa repetir;
pues sus presas él atrae con sus remedos,
sus remedos de falaz cavureí.
.
Amalgama de hombre y fiera,
mitad ave sin sus alas, y serpiente otra mitad,
es el genio de las noches, en la tierra paraguaya,
y el cadáver errabundo de la raza de Guarán.
(De: Sinforiano Buzó Gómez, Índice de la Poesía Paraguaya, 2ª edición, 1952)
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TESA HU MOKÕIME
Chopĩ haitýpe mokói oĩva,
ndojohejávai maramoĩte;
peteĩchaitéva hữngue porãme
ha iporãnguépe katu kõingue.
. Upe hữnguépe he’i jakúpe
. ha pyharépe: tapomohữ.
. Tesapehápe he’i jasýpe
. ku oike potávo: toroipyru.
Ma’ẽ saguýpe jahechapáma
Ka’a pa’ữme kuarahysẽ
ha om’ẽmbápe nahesakãiri
hendy porãnte jasyichaite.
. Mba’e mbyasýpe "luto" voíva
. ha vy’ahápe tory rupa
. Ma’ẽ hatãme chemopirĩva
. ma’ẽ mbeguépe chemoãngaipa.
Omoporãva kuñataĩnguéra
jáma hi’áva, jáma hete,
pe pende jara noikotevẽiri
porã oñohẽgui pende pire.
(De: Pedro Encina Ramos y Tatajyva, Las cien mejores poesías en guaraní, 2ª ed., 1997)
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A DOS OJOS NEGROS
Dos tordos que en su nido están
y que no se separan nunca,
semejantes por su negror hermoso
y por su belleza, gemelos.
Por su negrura les dicen al faisán
y a la noche: os renegrearemos,
y por el brillo dicen a la Luna,
al verla ocultarse: te relevamos.
Si miran de reojo, es como si viéramos
surgir el sol entre bosques
y cuando miran (directamente), no es que ilumnien,
se encienden -plenos- como la Luna.
Para la pena no hay mejor signo,
son para la alegría fuentes de placer;
en las miradas fuertes dan escalofrío,
en las miradas tiernas me hacen pecar.
Lo que hermosea a las mujeres
-como su cabellera o su talle-,
vuestra dueña no necesita
por rebozar belleza con vosotros.
(Traducción libre de Sinforiano Buzó Gómez)
.
(Fuente: POESÍA PARAGUAYA DE AYER Y HOY – TOMO II de TERESA MÉNDEZ-FAITH (GUARANÍ-ESPAÑOL). Intercontinental Editora, 1997. Con prólogo de LINO TRINIDAD SANABRIA y estudio introductorio de Wolf Lustig. Ilustraciones: CARLOS FEDERICO REYES (“Mitã’i Churi”))
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